Para los que crecimos en países hispanohablantes u hogares donde se habla español, las telenovelas fueron parte de la banda sonora de nuestras vidas y de nuestra misma crianza. Porque ver una telenovela no es un oficio solitario; es una experiencia compartida con nuestros padres, hermanos, amigos, la niñera, compañeros de la universidad o el colegio,