Desde que la actriz se mudó a su nuevo hogar, él ha presenciado actividad paranormal, como puertas que se cierran solas mientras están durmiendo sin que haya ninguna ráfaga de aire a la que echarle la culpa.
En una ocasión, Megan le llamó muy alterada para explicarle que se había encerrado en su habitación porque había un intruso en la vivienda, pero cuando él acudió corriendo en su ayuda, no encontró a nadie.
“Tenía un arma para asegurarme de que todo el mundo estuviera a salvo y recorrí la casa con el arma y entonces nos dimos cuenta de que lo que necesitábamos era un cazafantasmas. Yo no estaba equipado para lidiar con ese enemigo. De eso nos dimos cuenta más tarde, de que estábamos buscando un culpable que no existía”, ha desvelado en el programa de Ellen DeGeneres.
En realidad, el músico está convencido de que su propia mansión también está embrujada, aunque esas presencias con las que convive no le molestan tanto como las que merodean por casa de su chica.
“Todos los que vienen y se quedan más allá de las siete de la tarde dicen: ‘Sí, definitivamente hay algo en tu cocina’. Pero me he dado cuenta de que son como fantasmas de alto nivel. Siempre están haciendo bocadillos o lavando platos, solo hacen cosas en la despensa o la nevera, así que a veces les doy las gracias”.