Una de las figuras que han desaparecido en los últimos años dentro de la industria del cine es la del proyeccionista. Ahora, las copias que se proyectan en las salas son digitales, cuestan diez veces menos y el transporte es menos costoso. Hemos ganado en sencillez de uso, pero hemos perdido ese so…
Leer la noticia en SensaCine
» Leer más