La modelo Ashley Graham no podría sentirse más feliz desde el nacimiento de su hijo Isaac en enero de 2020. Sin embargo, y fiel a su política de transparencia total, la maniquí tampoco ha tenido reparo en revelar, en conversación con el portal ‘Parents’, algunos de los efectos más preocupantes y temibles de su primer parto, relacionados estos con su piel y cabello.
Además de sufrir alguno que otro sarpullido en su cuerpo y, de forma más generalizada, una irritación cutánea que solo pudo combatir con productos muy específicos para las pieles atópicas, la estrella de las pasarelas no pudo evitar que se le cayera el pelo en grandes cantidades durante las semanas posteriores a dar a luz.
“Creo que lo más traumático de todo esto no fue la experiencia de parir, sino el hecho de que después el pelo se me caía en mechones. Al principio pensaba que estaba haciendo algo yo, pero resulta que es una condición muy conocida. También se me irritaba la piel con frecuencia y me costó mucho bajar de peso”, ha explicado la artista en su sorprendente entrevista.